1 ¡Respóndeme cuando clamo, oh Dios que me haces justicia! Alíviame de mi angustia; ten piedad de mí y escucha mi clamor. oración.
2 ¿Hasta cuándo, poderosos, ultrajaréis mi honor? ¿Hasta cuándo amaréis la ilusión y saquearéis mi alma? Pausa
3 Pero que sepas que el Señor ha elegido para sí al que es piadoso; el Señor me escucha cuando clamo a él.
4 Temblad y no pequéis; pensad en vuestros corazones mientras yacéis en vuestras camas en silencio.
5 Ofreced sacrificios de justicia y confianza en el Señor.
6 Muchos preguntan: "¿Quién nos hará gozar del bien?". ¡Haz que la luz de tu rostro brille sobre nosotros, Señor!
7 Has llenado mi corazón de alegría, una alegría mayor que la de los que tienen abundancia de grano y de vino.
8 Me acuesto en paz y pronto me duermo, porque sólo tú, Señor, me haces vivir seguro.
Comentario:
O Salmo 4 es una oración nocturna que expresa la confianza del salmista en la justicia y la misericordia de Dios. Incluso en medio de las dificultades y la oposición de los poderosos, el salmista clama a Dios por alivio y escucha una respuesta de esperanza. Se recuerda a sí mismo y a los demás la importancia de temer a Dios y vivir rectamente, confiando en su providencia. Este salmo nos recuerda que la verdadera felicidad y la seguridad proceden de la confianza en Dios y de vivir según su voluntad. Nos anima a ofrecer sacrificios de justicia y a confiar en la luz del rostro de Dios para que nos guíe en medio de los desafíos que afrontamos. oscuridad de la vida. Al igual que el salmista encuentra paz y alegría en Dios, nosotros también podemos encontrar descanso y seguridad en su presencia.


