1 Señor, ¡cuántos son mis adversarios! ¡Cuántos se levantan contra mí!
2 Muchos dicen de mí: "¡Dios nunca te salvará!". Pausa
3 Pero tú, Señor, eres mi escudo protector; tú eres mi gloria y me haces caminar con la cabeza bien alta.
4 A ti, Señor, clamo a gran voz, y desde tu monte santo respóndeme.
5 Me acuesto, duermo y vuelvo a despertar, porque el Señor me sostiene.
6 No temeré a los miles que me rodean y se levantan contra mí.
7 Levanta-te, Senhor! Salva-me, Deus meu! Quebra o queixo de todos os meus enemigos; arrebenta os dentes dos ímpios!
8 ¡La liberación viene del Señor! ¡Su bendición está sobre su pueblo! Pausa
Comentario:
O Salmo 3 es un oración El salmo expresa la confianza inquebrantable del salmista en el poder y la protección de Dios. Incluso ante la multitud de adversarios y la burla de los malvados, el salmista encuentra seguridad y refugio en el Señor. Reconoce que es Dios quien le sostiene, permitiéndole dormir tranquilo y sin miedo. El salmista clama a Dios por la salvación y la justicia, confiado en que el Señor es capaz de vencer a sus enemigos. Este Salmo nos enseña la importancia de confiar en Dios en medio de la adversidad y nos recuerda que Él es nuestra fuente de fortaleza y protección. Como el salmista, podemos encontrar paz y seguridad en Dios, independientemente de las circunstancias que nos rodeen.